lunes, 14 de abril de 2014

Curso intensivo El Butoh del Perdón


De cara al estreno de nuestra próxima pieza, fruto de la colaboración con el músico Toni Madueño,  he decidido organizar unos talleres en torno a la temática del perdón. 

El primero será el curso El butoh del perdón, del 20 al 24 de abril de 2014, en Barcelona en horarios de 10,00 a 13,00 h. El lugar, la sala Piramidance, c/ Pallars, 85-91, 3º - 4ª (interfono 34 campanilla), en Barcelona (Metro L1 Marina, L4 Bogatell).

Precio especial de 70 euros por el cariz especial que os detallo a continuación. Incluso si se viene con algún amig@ costará 50 euros a cada un@.


Hola

Los caminos de esta vida se entrecruzan misteriosamente siguiendo la evolución de la conciencia del universo.

Estaba yo el puente de la constitución impartiendo el curso del butoh de la soledad en el País Vasco, cuando conduciendo hacia Rentería por la mañana, me enteré de la muerte de Nelson Mandela. En ese momento comenzaron a resbalar las lágrimas por mi mejilla. No lo había conocido en persona pero sentía que se iba un ser clave para la humanidad. En ese instante decidí dedicarle la clase de ese día y la acción de calle con la que cerraríamos el taller. Además sentía que quería dedicarle un espectáculo, pero no sabía ni cómo ni cuando sería.

En febrero entra en contacto conmigo para colaborar en un espectáculo, el músico medieval y luthier, Toni Madueño.

En marzo, la última prueba médica realizada a mi hija Nahia y a tenor de la información de memorias que han ido aflorando cuando bailo sus órganos afectados, me sumerge en una vigilia profunda para hallar respuestas. Esta vigilia la comparto a modo de ayudas con Rosana Barra y su toque metamórfico. Y con una de las terapeutas que lleva a mi hija, Mari Mar de Satva, en Bilbao. A través de la cual realizamos una consulta a uno de los maestros para resolver cuestiones Kármicas más importante que conozco. Mi hija trae un elemental Kármico muy poderoso y agresivo.

¿Cómo puedo yo ayudarla? Esa era la gran pregunta que asaltaba mi alma día y noche.

Y de nuevo, tras robarme la cartera y el poco dinero que me quedaba para pasar el mes, me abandono y pido ayuda al cielo. Hasta que una mañana ato cabos. Ya sé quien ha sido ella y quien he sido yo y el vínculo que nos une. Y entonces supe que debía ayudarla a perdonar lo imperdonable, lo que mi mente no lograba entender cómo se puede perdonar, ni sabe hacerlo.

Yo no tengo ningún tipo de formación al respecto de los múltiples talleres que existen sobre el perdón.

Dejo que mi intuición y el conocimiento acumulado haga sin intención más allá del momento presente. Poniendo mis manos en sus órganos y sus manos en los míos asumo, lo que el Ho´oponopono del Dr. Hew Len denomina responsabilidad 100%. Me pregunto que muestra esta situación que pueda sanar algo en mi. Comienzo a perdonar en primera persona todos los agravios y malos actos recibidos. Lo voy diciendo en voz alta mientras duerme para que las palabras penetren su inconsciente. Lo hago sin mucha fe. Dejo que mi boca diga cuanto quiera que aparezca en mi sin reflexionar. Pero lo que si sé es que al menos debo estar 11 minutos, el tiempo que necesita mi mente para que sus ondas cerebrales cambien a gamma y perciba de otra manera. "Et voilà", comienzo a sentir el amor incondicional de mis padres. Haga lo que haga me amarán siempre. Aunque yo o ellos se equivoquen por las creencias, me amarán siempre incondicionalmente. Mi supraconciencia lo sabía, aunque hacía mucho tiempo que no lo sentía en directo. Ese amor incondicional del que todas y todos estamos tan necesitados.

Y mas descubrimientos se van produciendo a medida que realizo ejercicios intuitivos.

Cómo hacer que mi hija perdone kármicamente, en los momentos claves que han generado su evolución y su información en su ADN, sin explicaciones.

Voy a ensayar a Ripoll con Toni a una pequeña ermita. Memorias del lugar. Es un lugar expiatorio. Comienzo a indagar sobre el perdón y esta semana aparecen dos textos claves que me conectan a Nelson Mandela. Este hombre logró reconciliar a todo un país al borde de la guerra civil, y que se produjera el perdón de lo que J. Derrida califica de imperdonable, uno de esos crímenes contra la humanidad, el Apartheid. A través de la comisión de la verdad y la reconciliación que Desmond Tutu presidió.

Siento que ahora ya puedo realizar unos talleres sobre el perdón, compartir el proceso que estoy llevando junto a sus descubrimientos valiosos. Porque amar es compartir. No me cabe la menor duda. Y hacer más fuerte la energía a través del grupo. Para que cada cual sane lo que deba sanar. Y entendamos el amor incondicional que necesitamos experimentar para salir del círculo del dolor que generamos nosotros mism@s. Y que por evitarlo generamos más violencia y dolor. Porque nosotros generamos nuestra propia vida. Y si queremos cambiarla debemos cambiar. Entendiendo los mecanismos del amor y de la violencia para poder operar desde el amor.

Porque podemos no sólo cambiar la vida, sino crearla. Pero para ello hemos de liberarnos de ataduras. Y ninguna es más poderosa que las ataduras creadas por lo no perdonado, por el dolor resentido durante generaciones, por el ansia de destruir o de hacer comprender el daño padecido, del rencor. Ja, ja, ja esto es lo que genera el lado oscuro del que tanto habla el maestro Yoda o los Jedis de La guerra de las galaxias, y que encandila a niñ@s generación tras generación. Y lo único que necesitamos es sentir el amor incondicional. Sea manifiestamente a través de la aceptación del error o sea a través del perdón de lo imperdonable. Porque el perdón sólo existe para lo imperdonable. Si no, es un pacto. Y el perdón no puede negociarse. Un perdón que no significa que el agraviador deje de tener responsabilidad, sino que libera el alma del que perdona de la atadura del daño. Probablemente mi alma se libere gracias a todo lo que estoy aprendiendo de la enfermedad de mi hija y de mi danza, este butoh que me está llevando a lugares insospechados de la memoria y de la inmensidad que soy. Porque no me cabe ninguna duda que soy puro amor. Aunque a veces me equivoque, seguiré siendo puro amor, puro acto de creación compartida.

Se liberará también el alma de mi hija? Yo creo que este es el poder del arte. En cualquier caso, pido al cielo que con su ayuda y la vuestra así sea.

Este proceso de creación finalizará el 10 de julio, al atardecer. Durante las 24 horas previas celebraré un ritual familiar y plantaré el árbol del perdón junto a la placenta de mi hija. Todos los participantes estáis invitad@s a esta celebración.

Gracias de corazón a tod@s por estar ahí, escucharme y ayudarme en la forma que cada cual decida, participe o no en el taller!

Por favor, difunde para que llegue la energía creadora del amor de tod@s los que deseen participar en este taller, ya sea presencialmente o a distancia.

Sua Urana